Cuando nos vemos abocados a pasar la situación familiar del fallecimiento de un ser querido, se nos presentan una avalancha de emociones que nos embargan durante tiempo.

Pero, unido a estas emociones, en ocasiones se presentan cuestiones mucho más frías y las que tenemos que atender y sin mucha demora.

Me refiero cuando por un fallecimiento aparece un testamento ológrafo (escrito y firmado a mano o realizado mecánicamente y firmado por la persona fallecida).

Esto provoca un problema añadido a la superación de duelo, es el tener que verificar que dicho testamento esta realizado por la persona fallecida.

No solo vale el decir que ha sido la persona quien la ha realizado, sino que hay que disponer de un perito calígrafo especializado, para que con un informe pericial justifique su autenticidad o no de dicho testamento.

Digo o no, pues hay, por desgracia, ocasiones que dichos testamentos están falsificados para distribuir las propiedades y dinero de forma beneficiosa para la persona que realiza o encarga la falsificación, si encargar, pues hay personas que se dedican, por encargo, a realizar dichas

falsificaciones.

Es por lo que, si “va todo bien” hace falta un experto en el análisis de dichos documentos, pero aún más hace falta a un experto en ver la no autenticidad de dicho documento o si se tiene duda de este.

En IRV estamos especializados en dicha cuestión, realizando informe por todo el territorio nacional y fuera de este.

Por dicha especialización cada día son más personas particulares y profesionales que solicitan nuestro servicio.

Le haremos un preinforme gratuito y le informaremos de todas las dudas que pueda tener, que seguro serán algunas.

Deje en nuestras manos dicha prueba y confíe en la seriedad, independencia y rapidez que nos caracteriza desde siempre.